Mitos y verdades de la cirugía estètica

Realización de un lofting facial

Alrededor de la cirugía estética existen muchos mitos, que se han difundido sobre todo en la era del internet, leyendas urbanas que agravan la desconfianza y miedo que algunas personas pueden sentir frente a la idea de someterse a una operación o intervención de cirugía estética. En este sentido, gran parte de la información falsa que circula por internet contribuye al nivel de desinformación que existe actualmente respecto a la cirugía estética. Aquí os dejaremos una lista con los mitos más divulgados, y con algunos otros datos si verdaderos:

1. SOLO LAS MUJERES SE HACEN OPERACIONES ESTÉTICAS

FALSO

Aunque mayoritariamente son las mujeres quienes se someten a una intervención de cirugía estética, en un 83,4%, también los hombres acuden a consulta interesados en mejorar o corregir su aspecto físico, en un 16,6%. El cuidado de la imagen corporal ya no es específico de género, están habiendo cambios culturales y causas multifactoriales que han acercado el género masculino a la medicina y cirugía estética, pero con sus propias preocupaciones. A todo el mundo le gusta sentirse cómodo con su apariencia y cada vez más hombres optan por deshacerse de los estereotipos impuestos por la sociedad que generan cierto rechazo a los hombres que cuidan su cuerpo.

Las principales preocupaciones de los hombres se relacionan con la cirugía facial, siendo la blefaroplastia o cirugía de párpados, la otoplastia y la rinomodelación o rinoplastia los procedimientos más solicitados. En cirugía corporal, los hombres recurren a procedimientos como la liposucción y cirugías de corrección de ginecomastia. También en los últimos años, un gran número de hombres han comenzado a usar el bótox como método para rejuvenecer su rostro.

2. LOS RESULTADOS SON ANTINATURALES

FALSO

Mucha gente tiende a pensar que la cirugía estética produce resultados artificiales e incluso antiestéticos. Aunque esto es un concepto erróneo, existen casos provocados por asistir a cirujanos no adecuados. Por esta razón, es importante confiar únicamente en profesionales verdaderamente acreditados. Los resultados de la cirugía plástica no son artificiales siempre y cuando confiemos en personal profesional y certificado.

También es importante que tengamos una idea realista de lo que deseamos conseguir como resultado, sin estar condicionado por ninguna influencer, moda, o idea irreal de parecernos a una celebrity. Tus aspiraciones puede que no encajen con tu estructura y características anatómicas y es muy posible que la nariz de Kendall Jenner no quede bien con el resto de tu rostro, puesto que la armonía facial de cada persona es única y depende de sus proporciones naturales.

Un buen cirujano es capaz de asesorar al paciente acerca de cuál es el punto exacto para que su cirugía plástica acabe con sus complejos, satisfaciendo sus necesidades, y sin caer en resultados artificiales.

3. ME TENGO QUE PROTEGER DEL SOL DESPUÉS DE REALIZARME UN TRATAMIENTO

VERDADERO

Esto es uno de los mitos que si son verdaderos. Nos puede sonar poco importante, pero es, entre otras, una de las recomendaciones que te puede hacer el médico al acabar un tratamiento. Es importante porque el procedimiento podría haber vuelto la piel más susceptible a los efectos nocivos del sol. Ejemplos de procedimientos que dejan la piel más sensible y descubierta incluyen exfoliaciones químicas y tratamientos con láser. No se recomienda exponer la piel al sol en estas condiciones, y si lo hace, sin protección, pueden aparecer ampollas, quemaduras, enrojecimiento e hinchazón.

La exposición al sol puede tener el efecto contrario al pretendido por los tratamientos antienvejecimiento y anular sus objetivos. La capa subcutánea se ve significativamente afectada por la radiación UVA, que también puede cambiar la estructura de las fibras de colágeno y elastina.

4. La cirugía plástica provoca adicción

FALSO

Lo cierto es que muchas de las personas que se someten a una intervención de cirugía estética repiten, pero esto no implica que sea adictiva por sí misma. Hay que saber diferenciar entre adición real y volver a causa de un tratamiento recurrente anual. En la mayoría de los casos, el hecho de someterse a más de una operación responde a la voluntad de mejorar el aspecto físico de una manera racional y consciente.

Hay tratamientos que conllevan a la recurrencia, en el caso de querer conservar los resultados, pero tiene que ver muchas veces con las características de ciertas intervenciones como el bótox o los rellenos faciales. Ocurre porque son tratamientos temporales que se realizan con sustancias que nuestro organismo absorbe de forma natural después de un periodo de tiempo determinado (que oscila normalmente entre los seis y los nueve meses).

Sí que es cierto que hay ciertos trastornos de la personalidad que hacen que la cirugía se convierta en una adicción más, pero se da en casos aislados de trastornos adictivos o dismórficos y el cirujano ha de ser capaz de detectarlos y de hablar con los pacientes para hacerles entender el problema, ya que esto puede derivar en complicaciones serias para su salud.

5. Las operaciones solo benefician al aspecto físico de la persona

FALSO

La medicina estética es una opción legítima como cualquier otra para abordar las inseguridades, y no tiene absolutamente nada de malo. Estas intervenciones son extremadamente seguras, como cualquier otro tipo, gracias a los avances médicos. Más allá de ser un capricho, también ofrecen una solución viable a los problemas asociados con la baja autoestima que afectan a muchas personas. Los estados emocionales de los pacientes se ven significativamente afectados por las intervenciones, siempre que tengan expectativas realistas.

Los pacientes lo hacen motivados en la mayoría de las ocasiones porque sus complejos les están repercutiendo en el aspecto psicológico. Después de operarse, los pacientes reconocen un posterior cambio de actitud porque pudieron lograr resolver un problema físico que había estado afectando su autoestima y les impedía sentirse bien consigo mismos.
Además, también suele venir acompañado de una disminución de la ansiedad y una sensación de sentirse más saludable. También se ha demostrado que mejora la autoestima y el bienestar personal del paciente, lo que resulta en una mejor salud mental y física.

Quedan descartadas, por lo tanto, las creencias que vinculan la cirugía estética con las necesidades banales y efímeras de personas frívolas. De hecho, el origen de la cirugía plástica estuvo estrechamente vinculado con la necesidad de dar respuesta a malformaciones físicas causadas por accidentes o quemaduras. Podéis leer la historia de la cirugía estética en el anterior artículo que escribimos aquí.

6. Las suturas de las cirugías estéticas no dejan cicatriz
VERDADERO

Toda intervención quirúrgica está asociada a la presencia de cicatrices. Pero la experiencia del cirujano en la colocación de la incisión, la técnica de sutura y el cuidado posoperatorio ayuda a lograr el mejor resultado posible. El objetivo es mantener las cicatrices ocultas o invisibles. Debido a que los cirujanos estéticos realizan un tipo de sutura intradérmica, con la mayoría de los procedimientos y en condiciones de curación normales, las cicatrices se vuelven completamente o casi imperceptibles con el tiempo.

¿Cuántos de estos mitos habías escuchado antes? ¿Sabías si eran ciertos o no? El principal problema es que la cirugía estética no está muy bien vista, pero ese concepto está cambiando cada vez más y las falsas leyendas que la rodean finalmente están desapareciendo. Y se está reconociendo por fin el trabajo de los cirujanos estéticos en hacer cambios tanto en la vida de los pacientes como en sus físicos.

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