La sorprendente historia de la cirugía estética

Los seres humanos han buscado la mejora de sí mismos desde el comienzo de la historia. Por extensión, la cirugía plástica es uno de los procedimientos médicos más antiguos del mundo.

La cirugía plástica es una especialidad médica cuyo objetivo es corregir y/o mejorar anomalías congénitas, adquiridas, tumorales o involutivas que requieren corrección o reposición de la forma corporal.
La cirugía plástica se divide en 2 tipos:

  • Cirugía reconstructiva o reparadora. Su trabajo es disimular y reconstruir las devastadoras consecuencias de un accidente o lesión, malformación congénita, tumor …
  • Cirugía estética o cosmética. Su finalidad es modificar aquellas partes del cuerpo que no satisfacen al paciente. En muchos casos, sin embargo, existen razones médicas.

Con la traducción del origen de la palabra entendemos que el término «Plástica» en Cirugía Plástica no se refiere a los materiales usados en los procedimientos, sino que proviene de la palabra griega plastikos traducido como el «arte de modelar o esculpir» y «Cirugía» proviene del griego χείρ cheir mano‘ y ἔργον érgon trabajo‘, por lo que unido sería algo así como “trabajo manual”. Y el término «Estética» también proviene del griego αἰσθητική aisthetikêsensación, percepción’, e –ικά -icárelativo a’. Aunque puede tener varias acepciones, la que más encaja es “relativo a la belleza”.

Los primeros escritos en Egipto

Los primeros registros de cirugía estética que se conocen se encuentran en papiros de Egipto tan antiguos como 3,000-2,500 a. C. Según Edwin Smith, allá por el año 1600 a. C, en el Egipto faraónico, algunas heridas faciales se suturaban con tendones de animales. Y en el papiro de Ebers (1550 a. C.) se implicó el empleo de la dermoabrasión y el alisado de cicatrices y arrugas con piedra pómez.

En el Antiguo Egipto se creía que la cara de uno mismo era el único atributo físico que se llevaba al más allá. Se conoce que se usó Cirugía estética en Ramsés II para asegurar que era debidamente reconocido y recibido en el más allá. Este era conocido por la grandeza de su nariz. Por esa razón, y asegurar su reconocimiento como Rey en el más allá, sus dolientes servidores insertaron quirúrgicamente hueso y semillas en su nariz. Creando así el primer registro de Cirugía plástica.

Comienzos de la cirugía estética en la Antigua India

Ya en el año 600 a. C., los médicos de la India estaban desarrollando los primeros procedimientos de injertos de piel. Sushruta, un doctor indio, fue el responsable de las primeras conocidas cirugías plásticas en personas. En la Antigua India las narices de los criminales o adúlteros se cortaban para una vergüenza pública permanente. Esperando poder alentar al perdón y reducir esta vergüenza pública, Sushruta creó un procedimiento quirúrgico para reconstruir las narices. El procedimiento requería de extraer una sección de piel de la mejilla o la frente del individuo, que después se aplicaba a la nariz.

Antigua Roma, Edad media y el Renacimiento

Los Romanos fueron los primeros en usar la cirugía estética para mejorar su imagen propia. Las más comunes eran; procedimientos para mujeres ricas que sus orejas se habían estirado debido al peso de los pendientes, esclavos libres que borraban o tapaban las marcas que tenían como propiedad de alguien, y a soldados romanos que habían sido desfigurados. Aunque también se encontraban otros doctores que llevaban a cabo procedimientos rudimentarios de liposucción.

Los doctores romanos usaban instrumentos similares a los que se usan hoy en día, y estos usaban cápsulas de opio como anestésicos.

El cirujano romano más famoso era Aulus Cornelius Celsus, que escribió De Medicina, una guía para varios procedimientos de cirugía plástica en la zona de la cara y la nariz. Este libro fue la guía referencial por excelencia los siguientes 1,700 años.

Cuando llegó la Edad Media, todos estos logros se desmoronaron cuando la Iglesia afirmó que la belleza podía llevar a los hombres a los brazos del diablo, e incluso castigó con la muerte la cirugía estética, práctica que acabó con la llegada de la terrible epidemia de sífilis, que inundó Europa. La enfermedad sífilis avergonzó a todos los que la padecían deformando la nariz, dejando a estos pacientes desesperados sin otra opción que buscar una solución en lo que se conoce como cirugía decorativa. La cirugía estética era una profesión de riesgo en la época, muchos pacientes morían a causa de las heridas y el dolor, muchos otros quedaban desfigurados.

Con la entrada del Renacimiento, en el siglo XV, comenzó una nueva era de descubrimientos científicos que condujo a técnicas quirúrgicas más nuevas, higiénicas, seguras y efectivas. En esta época, Serafeddin Sabunkuoglu escribió un texto titulado «Cirugía imperial» que contenía materiales sobre cirugía facial y de párpados.

Avances a través de las Guerras Mundiales

Los siguientes grandes avances en cirugía plástica se produjeron a principios del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial, la cirugía plástica alcanzó un nuevo nivel, por la cantidad de soldados que regresaban heridos del conflicto bélico, lo que requería cirugía reconstructiva. Las armas de entonces hacían nuevas heridas en la cara y la cabeza que antes no. Los médicos militares necesitaban nuevas innovaciones para mejorar los procedimientos establecidos. Y durante esta época los cirujanos tendían a mejorar el acabado estético de sus cirugías, buscando minimizar el impacto psicológico que se producía en los soldados.
Durante y después de la Primera Guerra Mundial, los mejores cirujanos de Europa dedicaron sus investigaciones a restaurar la integridad de sus soldados. Fue en esta época cuando los cirujanos comenzaron a apreciar el impacto de la apariencia en el éxito de una persona en la vida. Con este entendimiento, los procedimientos puramente estéticos comenzaron a atraer más atención, desarrollo y respeto. Con este avance, los cirujanos comenzaron a realizar una gama más amplia de procedimientos, incluidos los primeros procedimientos puramente «cosméticos» registrados, como la rinoplastia y el aumento de senos.

Tiempo después, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, y sus millones de heridos de toda clase, es cuando la cirugía estética se amplía a todas las partes de la anatomía humana que necesite de sus cuidados. Ampliando su campo, que hasta ese momento se limitaba a la reconstrucción nasal, maxilar, injertos y quemaduras. La cirugía plástica alcanza reconocimiento mundial como rama independiente de la cirugía y aparecen numerosos cirujanos que difunden sus conocimientos a través de las sociedades médicas y las numerosas publicaciones que van surgiendo en la década de los años 50 y 60. Después de esta y con todas las novedades descubiertas, el campo de la cirugía estética experimentó un gran auge, con un público predominantemente femenino que buscaba principalmente el aumento de senos y la reducción de grasa.

Pero este no es el final de la historia de la cirugía plástica, ya que hoy en día es un campo que está en auge total. Estados Unidos encabeza la lista de países donde se realizan unos 4,7 millones de procedimientos estéticos al año. España se sitúa como el quinto país del mundo que más intervenciones estéticas realiza, con más de 447.000 intervenciones al año. Por delante de España se encuentran Brasil, México y Alemania. Y todo apunta que la cirugía plástica seguirá en aumento los próximos años.

Una respuesta a «La sorprendente historia de la cirugía estética»

  1. […] Quedan descartadas, por lo tanto, las creencias que vinculan la cirugía estética con las necesidades banales y efímeras de personas frívolas. De hecho, el origen de la cirugía plástica estuvo estrechamente vinculado con la necesidad de dar respuesta a malformaciones físicas causadas por accidentes o quemaduras. Podéis leer la historia de la cirugía estética en el anterior artículo que escribimos aquí. […]

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